La motivación en el ámbito laboral es uno de los aspectos más destacados a tener en cuenta para mejorar el rendimiento de nuestros empleados así como su compromiso y productividad, por lo que es beneficioso para nuestra organización.
Como consecuencia de los cambios constantes que el propio virus nos ha forzado a implantar, se ha agravado los problemas de salud mental como el estrés o la ansiedad. Y es que según un estudio previo a la pandemia realizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2019, “el 45% de los españoles en activo reconoce sufrir estrés relacionado con el trabajo”.
Para ofrecer soluciones antes debemos conocer las principales causas del por qué existe esta desmotivación y estrés en el entorno laboral. Entre ellas se encuentran las siguientes:
- El estancamiento es uno de los motivos por los que un trabajador pierde el interés y empeora considerablemente el rendimiento laboral.
- Realizar durante años las mismas actividades una y otra vez provoca caer en una rutina constante en la que no existen expectativas de mejora.
- Un mal ambiente en el entorno laboral también influye negativamente.
- Si una empresa no se comunica bien con sus empleados estos poco a poco se irán alejando de los valores y la misión común que les unen a la entidad.
¿Qué podemos hacer para mejorar el rendimiento de los empleados?
- Debe existir respeto entre los empleados. Si entre los compañeros no existe consideración será muy difícil conseguir un rendimiento óptimo para realizar bien las tareas. Por esta razón, el clima debe ser positivo, que fomente las relaciones entre trabajadores de cara a un objetivo común como es el de la propia entidad.
- Atender las necesidades de los empleados hará que se sientan más respaldados y valorados.
- Una vez cumplido cualquier objetivo es positivo que la empresa reconozca al empleado el resultado y el empeño tras conseguirlo.
- Ofertar remuneraciones de carácter social a los empleados también hará que influya en su productividad: dietas de ahorro, seguros médicos, etc.
En definitiva, los objetivos de cualquier organización están en manos de sus empleados. Valorar cada uno de sus pasos en cualquiera de sus logros y cuidar su rendimiento es una obligación para poder implantar una estrategia sea cual sea el fin. Y es que la unión, sin duda, hace la fuerza.